El otro día les hablaba de la mandíbula de Naulette, fósil neandertal descubierto en 1866 . Esa mandíbula trajo mucho revuelo en Francia, tanto que comenzaron a preguntarse por los orígenes del hombre. Para esa época ya se estaban barajando dos hipótesis centrales, una, la de Charles Darwin y Thomas Huxley , que decía que todas las “razas” descendían de un ancestro común, monogenistas , y la que decía que había diferentes orígenes para las diferentes razas, poligenistas . Dos franceses, Jean Louis de Quatrefages y su asistente en el Muséum National d’Historie Naturelle, Ernest Jules Hamy , en 1873, comenzaron a unificar a casi todos los fósiles humanos que habían sido descubiertos hasta la fecha. Querían comprender su relación con las “razas modernas”. De Quatrefages y Hamy creían en el origen común, o sea eran monogenistas, pero un tanto diferentes a Darwin, ya que no creían en la evolución , sino en la involución. Tenían sus dudas sobre la teoría de la selección