Los animales gigantes suelen ser material de historias de terror o películas de catástrofes. Pero, hasta hace algunas decenas de miles de años, eran moneda común en cualquier ecosistema terrestre y marino. Las implicancias que tuvo su extinción en los ecosistemas globales se empiezan a conocer, y nos siguen afectando. Durante millones de años los ecosistemas de todos los continentes, ya sea sobre la tierra, o bajo el mar, contaban con animales de gran tamaño, al estilo de nuestros actuales elefantes o ballenas, sólo que algunos eran de mayor porte todavía, como los mamuts o el tigre dientes de sable. Pero desde hace unos 40 a 10 mil años atrás casi desaparecieron del mundo salvaje. La pérdida de la megafauna puede precipitar muchos y rápidos cambios ecológicos, pero también cambiaría el ecosistema a largo plazo. Los científicos están notando que estos gigantes son tan necesarios para los ecosistemas que su desaparición puede cambiar por completo esos paisajes. Si desaparecie