«El origen del hombre», un recorrido a través de 7 millones de años
La muestra, organizada por «Maravillas de la naturaleza», se puede visitar hasta el 22 de noviembre en el Centro Comercial Los Llanos
V. MOLINA
La exposición itinerante sobre «El origen del hombre» llega a Albacete procedente de Madrid, donde fue inaugurada el pasado octubre, según nos revelaba Fernando Béjar, comisario de la misma y presidente de la empresa organizadora, «Maravillas de la naturaleza». «El objetivo de la muestra -comentaba- es claramente divulgativo y didáctico, buscamos sensibilizar a la población sobre el dilatado proceso evolutivo de la especie humana, un recorrido por los últimos 7 millones de años».
A través de más de un centenar de réplicas de fósiles de diversas especies (Australopitecus, Homo Erectus, Neanderthal...), herramientos y útiles, armas, esculturas, distribuidas en doce vitrinas, el espectador puede aproximarse a las distintas etapas evolutivas del ser humano.
«La ciencia -asegura Fernando Béjar- ha aportado respuestas novedosas sobre el origen y evolución del hombre gracias al trabajo multidisciplinar de paleontólogos, geólogos, arqueólogos, químicos, paleobiólogos, médicos, genetistas..., son precisamente los estudios genéticos lo que nos desvelan una de las mayores paradojas: ¿cómo es posible que una divergencia genética tan exigua entre el hombre y el chimpancé, sólo un 1 por ciento del genoma, pueda dar lugar a diferencias tan asombrosas?»
TEMAS. El comisario de la exposición nos explicaba que seis son los temas más interesantes de la misma:
I. Armas prehistóricas: Su empleo adquiere un doble significado, actividad guerrera y actividad cazadora, clave de la subsistencia del hombre prehistórico. Se analizan desde las primeras hachas o lanzas en piedra hasta utensilios en huesos o madera endurecida por el fuego: mazas o venablos.
II. Utensilios primitivos: Desde la invención de los primeros bifaces y buriles, hasta la elaboración de las primeras agujas y sierras en el Magdaleniense (14.000 a 8.000 a. C.)
III. Arte rupestre: Representado en los magníficos conjuntos rupestres hallados en cuevas y abrigos de Francia, España o Italia, preservadas por las buenas condiciones de oscuridad y humedad, confeccionadas con pigmentos animales, vegetales y minerales; también hay ejemplos de pequeñas esculturas relacionadas con los ritos de fecundidad o piezas cerámicas profusamente decoradas.
IV. El alba de la religión: Ritos y ceremonias, vinculadas con el anterior apartado, y que hace aparecer la figura de los primeros chamanes que tratan de favorecer las relaciones entre el hombre y los poderes invisibles de los espíritus.
V. Primeros homínidos: Repaso de las distintas especies de homínidos desde la aparición de nuestros primeros ancestros: Ramipithecus, Oreopithecus, Gigantopithecus, Australopithecus, Homo Erectus... hasta la aparición del primer Homo Sapiens, con una capacidad craneal de unos 1.200 c.c.
VI. La evolución del hombre: El ser humano es la criatura dominante en la Tierra porque en su larga escala evolutiva nunca se especializó, sino que siguió siendo un «animal generalizado» desde que adquirió la vital capacidad de caminar erguido. El Homo Sapiens durante los tiempos paleolíticos llegó a ser un experto cazador y guerrero, pero también un consumado artista, desarrollando el lenguaje para transmitir conocimientos.
Un pequeño hueso con forma de herradura suspendido en los músculos del cuello cambió la historia del género humano . Se trata del hueso hioides , único hueso del cuerpo que no está conectado a otro, es el responsable del lenguaje hablado, descubierto tan sólo en los Homo sapiens y en los neandertales . Otros animales tienen versiones del hueso hioides, pero sólo los humanos lo tenemos ubicado en la posición ideal para que pueda trabajar al unísono con la laringe y la lengua y así permitirnos ser los únicos animales habladores con vida. Si no fuese así todavía estaríamos gruñendo como nuestros primos los chimpancés. Se cree que el género humano tiene la capacidad de hablar, de forma similar a como lo hacemos hoy en día, desde hace 300 mil años, según aportan datos de huesos hioides fosilizados. Pero no es sólo ese huesito el responsable del habla, sino que para la misma época otro cambio anatómico nos dio las bases del habla, y eso es cuando la laringe bajó. En los niñ
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