Descubren en Austria las tumbas de tres bebés de hace 27 mil años. Dos de ellos enterrados juntos decorados y ornamentados con diferentes objetos.
El equipo, que publicó sus hallazgos en un breve comunicado a la última Nature, descubrió los esqueletos en dos pozos separados. Uno de ellos desenterrado el año pasado que contiene dos niños lado a lado, de nueve a diez meses de edad; aparentemente gemelos, según opinan los científicos. Un segundo pozo fue descubierto este año, a sólo un metro del anterior, que contenía los restos de un niño de unos tres meses de edad.
"Los gemelos estaban protegidos de los implementos del clima por un hueso de mamut y estaban muy bien preservados", dijo Christina Neugebauer-Maresch, miembro del equipo descubridor, de la Comisión de Prehistoria de la Academia Austriaca de las Ciencias, en Viena. (Imagen: los "gemelos". Scientific American)
En los pozos se pudieron encontrar muchos trazos de las prácticas funerarias de la época. Todos los restos de los niños estaban cubiertos por un pigmento rojo, y más de 30 cuentas de marfil fueron encontradas junto a la pelvis de uno de los gemelos. El esqueleto encontrado solo tenía un broche de marfil que podría haber sujetado un envoltorio de cuero o piel, según los científicos.
Los arqueólogos encontraron los restos en un yacimiento de 18 metros cuadrados en Austria, cerca de donde el río Krems se encuentra con el Danubio. Allí también se encontraron artefactos bien preservados de la característica cultura gravetiense, incluyendo una pieza de barro quemado que contiene una huella dactilar humana. (Imagen: niño de 3 meses. Scientific American)
Los enterramientos de estos niños son similares a los observados en otros yacimientos gravetienses para adultos, los cuales solían tener huesos de mamut y joyería, dijo la antropóloga Olga Soffer, de la Universidad de Illinois. "Lo que es inusual es la extrema juventud de estos", dijo Soffer. "El esfuerzo que se tomaron en enterrar y decorar los restos implica que estos niños o sus familias eran tenidos en alta estima dentro del grupo, opina la antropóloga.
Referencias
- Nature
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