Un equipo español encontró restos, en Tanzania (África), que podrían pertenecer al un Paranthropus boisei o a un Homo ergaster de 1.5 millones de años. El equipo estuvo liderado por Manuel Domínguez Rodrigo quién el año pasado publicó una artículo en el cual contradecía a la teoría más aceptada de que los primeros homínidos eran carroñeros, según sus estudios eran cazadores, o sea que volvemos a las viejas teorías.
Y en la misma nota, un poco de los entretelones de los paleoantropólogos, parece que los de USA le hicieron pasar un mal rato a los españoles. Noticia publicada en el periódico El Mundo (ver otras fuentes al final):
Para leer más
- Madrid Press publicó la misma noticia
- El Heraldo de Aragón - noticia del 4 de agosto
- Cutmarked bones from Pliocene archaeological sites at Gona, Afar, Ethiopia: implications for the … - M Domın, TR Pickering, S Semaw, M Rogers - Journal of Human Evolution, 2005
Y en la misma nota, un poco de los entretelones de los paleoantropólogos, parece que los de USA le hicieron pasar un mal rato a los españoles. Noticia publicada en el periódico El Mundo (ver otras fuentes al final):
Un equipo español halla fósiles de hace 1,5 millones de años en Tanzania
ROSA M. TRISTÁN
MADRID.- No lo han tenido fácil, pero pese al boicot de sus colegas estadounidenses, a las presiones, a la falta de apoyo financiero y a las dificultades puestas por determinados organismos oficiales, han logrado encontrar restos fósiles de hace un millón y medio de años de un homínido, un ancestro de la especie humana que habitó en la Garganta de Olduvai (Tanzania) y desapareció dejando unos pocos rastros que ahora los paleontólogos buscan con denuedo entre las piedras.
El investigador español Manuel Domínguez-Rodrigo, acompañado del profesor tanzano Audax Mbulla y otras 13 personas, ha sido el primer europeo en dirigir un proyecto de excavación en la que es considerada cuna de la Humanidad, iniciativa que, desde el primer momento, intentó hundir el paleontólogo Robert Blumenschine, de la Universidad Rutgers (EEUU), que lleva en la zona casi dos décadas y dos millones de dólares gastados.
En tres semanas de trabajo, los paleontólogos han logrado encontrar más de 1.500 fósiles de fauna prehistórica (búfalos pelorovis, jirafas, gacelas, rinocerontes y hasta huevos de avestruz de hace muchos cientos de miles de años), pero también, cientos de herramientas de piedra y un pedazo de cráneo mandibular perteneciente a un homínido.
Domínguez-Rodrigo, recién regresado de la Garganta, explicaba ayer a EL MUNDO que puede tratarse de restos de un 'Paranthropus boisei' (el llamado Cascanueces), una especie de primate que vivió hasta hace un millón de años, o de un 'Homo ergaster', que convivió con el anterior y ya tenía una constitución parecida al humano actual. «Hay que estudiarlo con profundidad, pero dada la cantidad de fauna que hay y las herramientas, este yacimiento (llamado BK) podría haber sido un cazadero porque era una zona pantanosa en la que los herbívoros iban a beber», argumenta.
Problemas y presiones
La teoría del paleontólogo español, según la cual los humanos primitivos no fueron carroñeros de las presas de los grandes carnívoros, sino cazadores es, según sus palabras, la causa última de los problemas que ha tenido para desempeñar su trabajo en Tanzania durante este mes de agosto.
Precisamente es Blumenschine quien publicó la hipótesis de que eran carroñeros, que el español echó por tierra este mismo año. Es de suponer que al norteamericano no le hizo mucha gracia que el español consiguiera los permisos para excavar en uno de los yacimientos más valiosos de Olduvai, el FlK-ZINJ, donde Mary Leakey encontró restos de un 'Homo habilis' en los años 50 y que estaba abandonado desde entonces.
Para Domínguez-Rodrigo el lugar era de gran interés, puesto que cree que se trataba de una especie de campamento de homínidos, el único de la Garganta en el que el 100% del material había sido manipulado por estos antepasados.
Pero unas llamadas bastaron a Blumenschinem para que el permiso del español fuera anulado por las autoridades tanzanas. Como había pagado, le ofrecieron otros dos yacimientos, muy cercanos al anterior. No habían comenzado a meter la piqueta en uno de ellos cuando una nueva protesta del de Rutgers movilizó de nuevo al Departamento de Antigüedades. «Les vimos hablar por teléfono indignados y al poco rato vinieron unos funcionarios a pararnos los trabajos. Pero los americanos siguieron, mientras que nosotros tuvimos que irnos a un tercer yacimiento, en una garganta lateral de Olduvai. Afortunadamente también era muy rica en material».
Para no perder más tiempo, y a falta de que una comisión oficial decida qué pasa el año próximo con el proyecto español, se trasladaron al nuevo emplazamiento, donde en unos pocos días han profundizado en 20 metros cuadrados. «En seguida vimos que estaba llena de fósiles», explica.
El paleontólogo español, en todas estas dificultades, agradece el apoyo que encontró en la embajada española en Tanzania. «Sé que se puso en contacto con la Secretaría del ministro de Cultura y estoy seguro de que tuvo presiones de su colega americano», afirma.
Cazadores... o carroñeros
Hace casi 20 años que Robert Blumenschine lanzó la hipótesis de que los ancestros humanos no cazaban, sino que eran carroñeros. Comían los restos (el tuétano de los huesos sobre todo) que dejaban los grandes carnívoros. Llegó a esta conclusión tras estudiar los fósiles hallados por Mary Leakey en la Garganta de Olduvai, en Tanzania.
En febrero, sin embargo, el español Manuel Domínguez-Rodrigo, en un artículo publicado en la revista 'Journal of Human Evolution', echó por tierra esa hipótesis y acusó a Blumenschine de confundir marcas de cortes en los huesos con las señales bioquímicas dejadas por los hongos.
Domínguez-Rodrigo había estudiado en profundidad, en sus largos años de trabajo en África, los mismos fósiles y, en su opinión, los ancestros humanos fueron cazadores, actividad que les reportó la carne que tan importante fue en su evolución.
«Si no hay más pruebas de ello es porque las lanzas que utilizaban eran de madera, un material que no ha sobrevivido al paso del tiempo, pero sí hemos encontrado herramientas con restos de fibras vegetales, que indican que trabajaban con la madera», argumenta. Hoy su trabajo es el octavo más leído del año en el 'Journal'.
Para el paleontólogo español no hay duda de que esa discusión académica está en el fondo del 'boicot' que ha sufrido este verano. «Ahora, no quieren que vaya a Olduvai por si encuentro más pruebas de sus errores», asegura.
De momento, la productividad de Blumenschine deja mucho que desear: tres artículos científicos en 20 años de trabajo.
Para leer más
- Madrid Press publicó la misma noticia
- El Heraldo de Aragón - noticia del 4 de agosto
- Cutmarked bones from Pliocene archaeological sites at Gona, Afar, Ethiopia: implications for the … - M Domın, TR Pickering, S Semaw, M Rogers - Journal of Human Evolution, 2005
Comentarios
En fin, entre otras cosas, el artículo publicado "recientemente" es del 95.
DOMÍNGUEZ RODRIGO, M., 1995, Las fases esenciales del proceso de hominización, en Boletín de la Asociación Española de Amigos de la Arqueología 35.
Pero al que me refiero yo con recientemente es el que cito al final, que es de 2005 (si, no es reciente, jeje, pero bueh) que en el periódico dicen que es de febrero de 2006, pero no es tan reciente.
Queda ,en el artículo "Homínidos cazadores,no carroñeros",la evidencia que los ámbitos de trabajo de los científicos no son un lecho de rosas...y,como tantas otras veces,los Leakey o alguien de su grupo interponen trabas y armas atentatorias contra la investigación genuina y el aporte de pruebas que enriquezcan el conocimiento .Se trata de mantener ,a cualquier precio,el monopolio del saber en las manos de ciertos "prestigiosos"investigadores históricos.
Mis saludos.
Daniel Gelabert