La diferencia entre estas formas de caminar no son triviales, ya que la adopción de alguna de ellas tiene importantes implicancias para la evolución del bipedalismo.
En un estudio publicado en el Journal of Human Evolution, se examinan las famosas huellas de Laetoli, de hace 3.7 millones de años, a fin de determinar si pueden aportar información sobre la postura de los primero homínidos.
Estudios previos sugerían que el largo del paso en los homínidos de Laetoli eran como el paso de humano, así que los homínidos que dejaron su huella allí caminaban de una forma humana.
Los autores del estudio, David A. Raichlena, Herman Pontzerb y Michael D. Sockolc, compararon el largo del paso de los homínidos de Laetoli con los de un humano moderno y un chimpancé moderno.
La conclusión principal que sacaron es que teniendo el largo del paso solamente no alcanza para discernir la cinemática de las articulaciones de los miembros inferiores, y por ende la postura en la locomoción de los primeros homínidos. Esto debido a que sus resultados indican que los homínidos de Laetoli podrían haber utilizado una forma de caminar con la cadera doblada, con rodillas dobladas, o con los miembros inferiores extendidos, o sea más similar a la humana. Y dicen “De hecho, nuestros datos sugieren que los homínidos de Laetoli podrían haber caminado a una velocidad cercana a la preferida usando cualquiera de las posturas nombradas. Estos resultados se contrastan con la mayoría de los estudios previos, que sugerían una velocidad relativamente lenta para estos homínidos tempranos.”
"The Laetoli footprints and early hominin locomotor kinematics.” Raichlen DA, Pontzer H, Sockol MD. Department of Anthropology, University of Arizona, 1009 E. South Campus Drive, Tucson, AZ 85721, USA. J Hum Evol. 2007 Sep 4.
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