En colaboración con un grupo de matemáticos y físicos de la Universidad de Buenos Aires, el investigador argentino José Luis Lanata estudia cómo pudo haber sido el proceso de dispersión humana durante el poblamiento del Continente Americano.
Se trata de una investigación singular porque no se basa en hallazgos arqueológicos, sino en variables ecológicas y biológicas, en la cual los expertos trabajan con modelos que se utilizan en otras disciplinas para simular situaciones.
No obstante, el antropólogo aclaró que no se trata de reconstrucciones a base de computadoras con las que se hacen simulaciones de cómo pudo haber sido una zona arqueológica.
Son métodos que pueden predecir distintas condiciones de registro arqueológico y decir cuáles fueron las condiciones de las poblaciones, cómo crecieron, cuál pudo ser su estructura genética, si tenían lazos de parentesco y otros elementos.
José Luis Lanata dictó en México la conferencia "Analizando algunos procesos que pueden explicar el tiempo y modo de la dispersión humana en las Américas", durante el IV Simposio Internacional El hombre temprano en América, que se lleva a cabo del 18 al 22 de agosto en el Museo Nacional de Antropología.
En entrevista con Notimex, explicó que "a mí me interesan preguntas generales que puedan servir para entender el proceso de evolución humana dentro de América, porque el proceso de evolución no terminó en África, cuando se genera el Homo sapiens.
"América es muy importante cuando uno entiende lo que es el proceso de evolución humana, porque es el único lugar donde somos la única especie que hay. En Asia, África y Europa siempre hubo una especie antes que el Homo sapiens. Desde este punto de vista América es un gran laboratorio para entender el proceso evolutivo".
Explicó que si se considera que el hombre entró a América por el Estrecho de Bering y llegó Tierra del Fuego, se desarrolló un tipo de acercamiento y dispersión que es totalmente distinto a lo que pasaba en otras partes del mundo, lo que implicó crecimientos demográficos mucho más rápidos de lo que se había pensado anteriormente.
"Uno toma paralelos de grupos cazadores-recolectores de distintas partes del mundo y normalmente tienen tasas de crecimiento muy bajas, que están en el uno por ciento, pero los modelos que nosotros estamos desarrollando muestran que con ese porcentaje se habrían… (cortado en el original)
"Parece ser que es un proceso mucho más rápido que implica una tasa de crecimiento mucho más alta, y si una tasa de crecimiento es muy alta no se comportan como los parámetros que tenemos actualmente y eso marca detalles culturales, rasgos morfológicos de una población a otra", dijo.
Otra de las hipótesis de Lanata es que a diferencia de lo que se pensaba, que los grupos humanos al pasar el Estrecho de Bering se desplazaban al sur, porque las poblaciones iban en aumento. Por el contrario, hay puntos que eran muy densos y crecían muy rápido, como lo que ahora se conoce como México, Guatemala y El Salvador, dijo.
"La forma en que las poblaciones crecen son distintas en diferentes lugares de América y eso hace parecer que haya un reflujo de población. Nuestro modelo sugiere la posibilidad de que una vez que las poblaciones llegan a México, de Sonora para abajo, hay un reflujo de la población hacia el Norte.
"Es un lugar donde se crece muy rápidamente porque es un ambiente muy rico y muy diverso, y eso podría estar produciendo que la gente migre hacia el norte y no necesariamente hacia el sur", indicó.
El IV Simposio Internacional El Hombre Temprano en América es un espacio académico en el que los especialistas presentan los resultados de las investigaciones más recientes, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.
Participan investigadores de Estados Unidos, España, Gran Bretaña, Argentina y México.
Vía El Universal
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