Un nuevo estudio ha descubierto que entre nuestros antepasados de hasta 2,5 millones de años atrás, hasta hace unos 10 mil, se encontraba un alto número de defectos de nacimiento. Si bien no es claro por qué sucedía eso, los autores dicen que una fuerte posibilidad sería una extendida endogamia entre grupos de cazadores recolectores que debían ser pequeños.
Que un ser vivo se transforme en fósil requiere de
circunstancias bastante extraordinarias. Que luego de miles y millones de años,
sea descubierto, también es difícil. Como son tan escasos, los científicos
suelen tomar a cada fósil como si fuesen los delegados de grupos mucho mayores.
Así es que, si descubrimos muchos fósiles humanos con anormalidades, podríamos
hablar de que eran comunes, y no algo raro como sí lo es hoy en día.
Son muchos los humanos fósiles que presentan anormalidades. Por
ejemplo, los huesos de la pierna combados, o un cráneo hinchado, consistente
con hidrocefalia, una condición que inunda el cerebro con fluidos. Solían ser
vistos como curiosidades, pero el paleontólogo Erik Trinkaus, de la Universidad
de BLA, descubrió que en realidad eran sospechosamente comunes.
En el estudio, publicado en Proceedings
of the National Academy of Sciences, se analizan 66 individuos fósiles,
la mayoría de los últimos 200 mil años. Son casi todos de jóvenes adultos,
fueron descubiertos Eurasia, y corresponden a diferentes especies del género
Homo.
Las condiciones que encontraron en esos 66 parientes
prehistóricos son muy poco comunes en la actualidad, apenas ocurren en el 1% de
la población. Incluso algunas de las condiciones ni si quiera son conocidas
entre los humanos de hoy en día.
Según Trinkaus, es muy improbable, estadísticamente, que los
paleoantropólogos hubiesen encontrado tantos fósiles con anormalidades por
simple casualidad. Esto indicaría que los antiguos humanos habrían enfrentado
presiones ambientales o culturales que llevaban a que las anormalidades fuesen
más comunes.
Una de las posibles explicaciones, también visto en pueblos
históricos, es que los individuos con anormalidades fuesen vistos como
especiales, y por ello tuviesen tratamientos tan especiales. Por esa razón,
aumentarían las chances de que sus cuerpos fuesen preservados, y luego
descubiertos por los científicos.
Pero no se ha descubierto algún tratamiento especial entre
los restos fósiles, como si fuesen enterramientos de alguien valorado. Algunos
de los desórdenes vistos se daban en todo el cuerpo, como si fuesen por alguna
deficiencia durante el embarazo de la madre, pero la mayoría de las
deformidades se daban en uno de los lados del cuerpo.
Esto último consistente con mutaciones genéticas, lo que
apuntaría hacia una fuerte endogamia, o sea que grupos pequeños se cruzaban
entre sí, y no con gente de otros grupos. Se creía que la mayoría de los grupos
humanos prehistóricos eran pequeños y aislados. En esas condiciones, la
endogamia llevaría a que mutaciones genéticas dañinas se esparciesen muy rápido
y fácil.
También se ha demostrado por diferentes estudios, que entre
los humanos prehistóricos existía una diversidad genética baja, es decir, no
existía mucha variación en nuestro genoma, producto de que las poblaciones eran
pequeñas y no tenían mucho contracto entre sí.
Pero uno de los datos más interesantes que se desprendería
del estudio es que la mayoría de las anormalidades eran debilitantes,
discapacitantes, por lo que el hecho de que muchos de estos sujetos hayan
sobrevivido a su niñez, y algunos hasta la adultez, implica que recibían ayuda
de sus grupos. La hidrocefalia suele ser letal, si no se trata en la
actualidad. Que hace 100 mil años un niño con esta condición haya sobrevivido
hasta los 4 años, es indicador de que no sólo recibía cuidados de su grupo,
sino que existían algunos conocimientos médicos.
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