Vía SINC
Un grupo internacional de científicos ha descubierto un hueso del pie (cuarto metatarso) de Australopithecus afarensis, también conocida como Lucy, en Etiopía. La forma arqueada del hueso respalda la hipótesis de que esta especie de homínido, que vivió hace más de tres millones de años, ya andaba erguida. Este hallazgo, que se publica hoy en Science, podría cambiar la visión de la evolución del hombre.
“Este cuarto metatarso es el único conocido del Australopithecus afarensis y es una pieza clave para entender la temprana evolución de la exclusiva capacidad de andar del hombre”, afirma William Kimbel, investigador que ha dirigido el estudio en el que han participado la Universidad de Missouri (EE UU) y la Universidad Estatal de Arizona (EE UU).
El hueso, encontrado en Hadar (Etiopía), corresponde al cuarto metatarso, uno de los huesos largos que conecta el dedo gordo con la base del pie. Sus características son similares a las del pie del humano moderno: es rígido y arqueado.
“Los arcos de los pies son claves para caminar porque amortiguan los golpes y ofrecen un soporte rígido para impulsarnos desde los pies hacia delante”, explica Carol Ward, una de las autoras del estudio e investigadora de la Universidad de Missouri.
“El desarrollo de los pies arqueados señala que nuestros antecesores abandonaron la vida en los árboles a favor de la vida sobre el suelo”, añade Ward.
Este hallazgo, que se publica hoy en Science, respalda la teoría de que la especie A. afarensis podía caminar erguida sobre dos pies. La hipótesis surgió tras encontrar parte del esqueleto de Lucy, de 3,2 millones de años de antigüedad, en 1974. La forma de su pelvis reveló su posible capacidad bípeda.
Con los pies en el suelo
El Australopithecus afarensis tenía un cerebro más pequeño y mandíbulas más fuertes que el ser humano con las que podían comer varios tipos de comida (frutas, semillas, frutos secos, raíces, etc.). Disponer de arcos en el pie parecidos a los del humano moderno le permitía vivir en zonas abiertas o boscosas y obtener comida cuando lo necesitase.
El Australopithecus era un nuevo tipo de homínido, diferente a especies como el Ardipithecus ramidus, predecesor de Lucy. Esta última especie, que vivió hace más de cuatro millones de años, no estaba capacitada para andar erguida y poseía unos fuertes pies para agarrar cosas.
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Referencia bibliográfica:
Carol V. Ward, William H. Kimbel, Donald C. Johanson. “Complete Fourth Metatarsal and Arches in the Foot of Australopithecus afarensis”. Science, volumen 331, 10 de febrero de 2011. doi: 10.1126/science.1201463
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