Debido a la cantidad, el estado de preservación y riqueza de los entierros del Paleolítico superior (28 mil y 8 mil años antes del presente) representan una fuente importante de información en cuanto a las creencias ideológicas que podrían haber influenciado las costumbres funerarias.
Vincenzo Formicola, de la Universidad de Pisa, Italia, ha realizado un análisis del registro arqueológico europeo, y apunta a la frecuencia alta con que son encontrados entierros múltiples, comúnmente atribuidos a muertes simultáneas por causa de algún desastre natural o enfermedad.
Pero Formicola dice que si se presta atención a la composición de las tumbas, se puede ver que los entierros múltiples eran selectivos. Los esqueletos de estas tumbas no sólo varían en cuanto al sexo y edad, sino que las tumbas más espectaculares incluyen individuos muy deformados, con condiciones patologías que aparentemente podrían ser de nacimiento, como por ejemplo el enanismo o el arqueado congénito de los huesos.
Estas tumbas también están ricamente ornamentadas y en lugares elegidos. Por ejemplo los restos de un adolescente enano en la cueva de Romito, en Calabria, Italia, yacen junto a los de una mujer bajo un elaborado grabado de un toro. En el entierro doble de Sunghir, Rusia, el esqueleto de un preadolescente varón y el de una niña están rodeados de objetos de marfil, incluyendo 5 mil cuentas, cada una de las cuales llevaría bastante trabajo realizarlas.
“Estos descubrimientos apuntan a la posibilidad de que el sacrificio humano fuese una parte de la actividad ritual de estas poblaciones y provee pistas sobre la complejidad y el simbolismo que impregnaba las sociedades del Paleolítico Superior, así como también en la percepción de la diversidad y sus lazos con las creencias magicoreligiosas”, dice Formicola en el artículo. “Estos indivíduos podrían haber sido temidos, odiados o reverenciados”.
Referencia
Vincenzo Formicola, "From the Sunghir Children to the Romito Dwarf: Aspects of the Upper Paleolithic Funerary Landscape." Current Anthropology 48:3.
Vía | Eurekaler
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