Que no se me mal entienda, no estoy a favor del calentamiento global ni del cambio climático, pero algo “bueno” que nos está trayendo a nosotros los fanáticos del pasado del hombre es el derretimiento de los glaciares, que nos está aportando datos increíbles sobre la vida en el neolítico y en la prehistoria europea.
Quien no se acuerda del famoso Otzi (o Oetzi), que se vio allá por 1991 gracias a que la temperatura de la zona aumentó y se derritieron los hielos que lo cubrían desde hacía miles de años, Otzi había vivido hace 5300 años en los Alpes suizo italianos.
Pero no sólo se encontró a este individuo que nos aportó muchísimo sobre la época, ahora se están realizando muy buenos descubrimientos en el monte de Schnidejoch (2.756 metros) en Suiza.
En 2003 una pareja de escaladores descubrieron restos de madera que hicieron analizar, y resultó ser un carcaj para llevar flechas datado en 3000 años.
"Esto es único: no hemos visto un carcaj así en ningún lugar del mundo", dijo a la BBC Albert Hafner, jefe de arqueología del cantón de Berna.
El descubrimiento no se hizo público enseguida, para evitar un saqueo de la zona, pero los arqueólogos locales subieron a la montaña y encontraron más elementos. Ahora tienen el equipo completo de flechas y material orgánico: cuero, partes de zapatos, y parte de un pantalón.
Algunos de los descubrimientos, incluso, tienen orígenes anteriores, como parte del cuero encontrado y una vasija de madera, que son del año 4500AC y por eso, los más antiguos encontrados en los Alpes.
También se han encontrado objetos más recientes, como un prendedor de la Edad del Bronce y monedas de la época romana.
Según los científicos, lo más fascinante de los descubrimientos es que se corresponden con los momentos históricos en los que está científicamente demostrado que la Tierra estaba pasando por un período particularmente cálido.
Esto se debe a las fluctuaciones en el recorrido orbital que realiza la Tierra respecto al Sol. Era en estos momentos, afirman, cuando los seres humanos podían recorrer estas zonas montañosas.
"El lugar de los descubrimientos se encuentra exactamente donde el glaciar responde con más sensibilidad a los cambios climáticos de corto plazo", explicó Martin Grosjean, otro de los arqueólogos.
"Nos podría revelar la imagen más precisa de las fluctuaciones de corto plazo de los glaciares en los últimos seis o siete mil años", agregó.
Las monedas romanas encontradas allí, además, son vistas como una prueba de que los romanos usaron esta ruta para cruzar los Alpes desde Italia a sus territorios en el norte europeo.
Curiosamente, una de las épocas de temperaturas más bajas en la Tierra coincide con el declive del Imperio Romano, lo que sugiere que con el enfriamiento ese tránsito se complicó.
"El cuero es la joya de los descubrimientos. Se desintegra fácilmente si es expuesto al sol, el viento o la lluvia. El hecho de que podamos, ahora, encontrar estas piezas de 5.000 años de antigüedad quiere decir que han estado protegidas por el hielo durante todo este tiempo, y que los glaciares nunca se han derretido tanto como se derritieron en 2003 y en los años siguientes", explicó Grosjean.
Vía BBC
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