Fuente La Voz de Galicia:
Uno de los principales centros de atención de la nueva campaña estará en el rastro de una hoguera localizado con anterioridad en el llamado nivel 4, correspondiente al Paleolítico Medio. Las dataciones radiométricas han asignado a este nivel arqueológico una edad de entre 118.000 y 120.000 años, por lo que se trata de una de las hogueras más antiguas localizadas en toda la Península.
En la nueva excavación, los investigadores intentarán extraer más informaciones de este antiguo hogar, cuyo estudio se vio ralentizado por la gran cantidad de materiales arqueológicos acumulados en ese punto. Además de restos de madera carbonizados, en el lugar aparecieron muchas piezas líticas y huesos de animales consumidos presuntamente por los neandertales que encedieron el fuego.
Un uso ocasional
Aunque el estudio de estos restos es todavía muy limitado, los arqueólogos creen que corresponden a un hogar de pequeñas dimensiones que debió de utilizarse de una forma muy ocasional. «No nos parece que sea del mismo tipo, por ejemplo, que alguna de las hogueras localizadas en el yacimiento neandertal de Abric Romaní [en la provincia de Barcelona], que permanecían encendidas durante días enteros y alcanzaban unas temperaturas muy altas», señala a este respecto Arturo de Lombera.
El análisis de estos materiales puede proporcionar importantes informaciones sobre la organización espacial de la cueva en aquella época, sobre la dieta y el modo de vida de sus habitantes e incluso sobre el tipo de vegetación que rodeaba por entonces la gruta. Los investigadores, por otra parte, no descartan encontrar otros rastros de hogueras encendidas por los hombres de Neandertal al profundizar la excavación en ese mismo punto del suelo de la cueva -en tal caso, podrían corresponder a etapas algo más antiguas- o bien en otros lugares donde los sedimentos datan del mismo periodo cronológico.
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