Vía El Comercio Digital:
El yacimiento de El Sidrón es más antiguo de lo que se creía hasta ahora. El coordinador de las excavaciones arqueológicas en la cueva de Piloña, Javier Fortea, manifestó ayer que «los nuevos métodos de datación sitúan El Sidrón entre los años 48.500 y 49.300 antes de Cristo» y no en torno al 40.000 como se creía hasta ahora. Fortea realizó estas declaraciones en el curso sobre la investigación en la Universidad de Oviedo que se clausuró ayer en La Granda y en el que el catedrático de Prehistoria hizo un recorrido por los descubrimientos que la cueva ha sacado a la luz en los últimos años.
Como consecuencia de esta nueva datación de El Sidrón, Javier Fortea manifestó que «al filo del 50.000 a. C. no había en Europa ningún hombre anatómico moderno». Se sabe por los análisis efectuados sal material genético hallado en la cueva piloñesa, en el que se ha visto una «diversidad genética limitada». Y por esta razón, el profesor de la Universidad de Oviedo cree que «cada vez hay más indicios de que no hubo hibridación entre el neandertal y el Homo sapiens, por lo que no parece creíble que los neandertales contribuyeran a la génesis del hombre actual».
Las catorce muestras óseas con ADN halladas en El Sidrón colocan a la cueva asturiana como la más importante del mundo en cuanto a material genético neandertal. De hecho, en 2007 este yacimiento fue seleccionado en el Proyecto del Genoma Neandertal. Sin embargo, Fortea quiere dar un paso más en la investigación y entrar en el núcleo celular.
Javier Fortea también avanzó que El Sidrón será la portada de la revista 'National Geographic' del número de octubre. La revista de divulgación científica se centrará en las investigaciones llevadas a cabo en la cueva asturiana y difundirá recreaciones de los neandertales a partir de los restos óseos encontrados en el yacimiento. Asimismo, el catedrático de Prehistoria se refirió a la próxima publicación de la secuencia del genoma mitocondrial.
Fortea también realizó un retrato robot del neandertal: cráneo muy voluminoso, prominencia del entrecejo, la nariz y la mandíbula, caja torácica con forma de tonel y robustez y espesor de las extremidades. Hasta el momento, el equipo dirigido por él ha sacado a la luz restos de nueve individuos: cinco adultos, dos adolescentes, un joven y un niño. Y no ha sido fácil. «El Sidrón es la cueva más complicada en la que he estado», asegura el catedrático de Prehistoria.
«Queremos conectarnos con el mundo y hemos encontrado los mejores aliados». Con estas palabras explicaba ayer intenciones el presidente Areces y a la vez agradecía al Ministerio de Cultura y al Instituto Cervantes haber elegido Gijón para celebrar el II Encuentro de Programadores Internacionales de artes escénicas, que se desarrollará hasta el sábado en Laboral Ciudad de la Cultura.
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