Terminaron las excavaciones en el yacimiento de este año en en el exterior de la cueva de La Güelga, en Cangás de Onís, Asturias, España. Un yacimiento en el que se ha comprobado una larga existencia de industria lítica neandertal de hace 29 mil años.
“Este año no han aparecido piezas excepcionales, pero sí una gran variedad de restos de útiles de caza de hace 30.000 años para la captura de grandes animales como bisontes y ciervos”, dijo Mario Menéndez coordinador del proyecto y también director de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. “Tenemos que comenzar a analizar toda la información en el laboratorio y hacer una reflexión global de nuestras investigaciones”.
Las primeras teorías sobre la presencia tardía del neandertal y su coincidencia con el hombre moderno las avala el hecho de que descubrieran durante los últimos años en esta gruta canguesa un tipo de herramienta elaborada por el Homo sapiens con técnicas avanzadas, en el mismo nivel en el que también se han detectado otro tipo de piezas más básicas, presumiblemente confeccionadas en esa misma época pero por el hombre neandertal. De esto se extrae que ambas especies compartieron el espacio y el tiempo, aunque eso no quiere decir que convivieran.
Los trabajos en la zona de La Güelga se remontan a 1990, aunque durante la primera década se concentraron en una zona denonimada A, algo más baja, y que correspondía al Paleolítico Superior (hace 14.000 años). Los restos descubiertos en este primer punto de investigación avalan otra de las teorías defendidas por este equipo, que concluye que la cuenca del Sella funcionó en la Prehistoria como una misma unidad.
Desde 2000, este equipo de expertos ha centrado todos sus esfuerzos en el lugar actual, denoninado zona B. En este espacio de unos doce metros cuadrados de superficie se inventariaron, sólo en la campaña realizada durante el año 2006, más de mil restos líticos de los que unos 200 eran herramientas útiles que datan de hace 30.000 años. En 2007, el equipo también logró hallar numerosas piezas, suficientes como para poder establecer una teoría sólida sobre la desaparición del neandertal y la aparición del Homo sapiens.
El equipo compuesto por un total de quince expertos se ha desplazado este año a la zona para dar continuidad a los trabajos con la intención de seguir recopilando información sobre lo que pasó en aquella época. El propio director de la UNED en Asturias reconocía que aún quedan muchas incógnitas por desvelar sobre este asunto. Por ejemplo, cómo y por qué el hombre neandertal tuvo presencia en la cuenca del Sella hace 29.000 años pese a que la especie había desaparecido en otras partes de Europa 11.000 años antes, hace 40.000.
Por eso, la UNED tiene intención de continuar con nuevas campañas de excavación en el mes de septiembre que se localizarán no sólo en la cueva de La Güelga, sino también en la zona de Collubil, en el concejo de Amieva. “De esta forma podremos tener una visión completa de la presencia del neandertal en toda la cuenca del Sella”, comentó.
Comentarios
Esos problemas aconsejan mantener una cierta precaución a la hora de dar por buenas las atribuciones cronológicas y la reconstrucción de una dinámica histórica con base a esa secuencia.
http://museodealtamira.mcu.es/pdf/capitulo34.pdf
El depósito sedimentario allí documentado, en concreto su nivel 4b, con abundantes materiales arqueológicos, está sellado por un derrumbe del abrigo rocoso. El mismo ha conservado los niveles subyacentes en un grado alto de integridad sedimentaria.
Lejos de parecer un revuelto, tanto la homogeneidad de los materiales arqueológicos, que indican un mismo contexto cultural, como de los restos de fauna, no invitan a considerar la posibilidad de intrusiones que alteren las cronologías. De todas formas, ya sería casualidad que todas las muestras analizadas para obtener dataciones respondan a intrusiones por alteraciones sedimentarias y, además, esas intrusiones correspondan a la misma horquilla cronológica.
Por otra parte, el análisis geológico y sedimentológico de estos depósitos, bastante avanzado, no ha apreciado en la "Zona D interior" ni inversiones estratigráficas ni alteraciones diferentes a las reseñadas en el artículo enlazado por "millán mozota". Bien al contrario, señala la integridad de la secuencia excavada.
En cuanto a la cronología precisa de estos niveles, aún está por realizarse una batería de análisis que permitan confirmar las ya disponibles. No obstante, aunque las ya realizadas pudieran ofrecer fechas rejuvenecidas por carbonatación, dado el contexto cultural no parece que fueran más antiguas de otro yacimiento musteriense cantábrico, concretamente Esquilleu (Cantabria), que rejuvenece sensiblemente el final del Musteriense cantábrico.
En ese sentido abunda una datación de 36.000 BP obtenida por C14 convencional de una muestra exhumada hace unos cuantos años en la base de la Zona D de La Güelga, a cuyos niveles (unos 3 metros por debajo de los que se están excavando actualmente) puede accederse desde una galería interior de la cavidad, por una gatera que abre el acceso a un cono de deyección que indica el lugar donde se localiza la boca de cueva colmatada que actualmente se encuentra en proceso de excavación.
En cuanto a la dinámica histórica que pueda deducirse de esta secuencia y sus materiales, debe tenerse en cuenta que los artículos periodísticos pueden distorsionar aquello que les cuenten los investigadores de un yacimiento.