En 1964 fue descubierto un cráneo parcial humano en Gongwangling, una pequeña colina cerca del pueblito Gongwang, en el nortoeste de China. Se sabía que los estratos donde fue encontrado pertenecían al Pleistoceno temprano, pero ahora se tiene la seguridad de que estos restos de Homo erectus podrían tener 1,2 millones de años.
El cráneo Gongwangling podría ser el más antiguo fósil humano de Asia continental, si bien es bastante incompleto y presenta muchas alteraciones.
Recientemente fue analizado para descubrir su posición en la evolución humana, por los paleoantropólogos chinos Hong Shang, Wu Liu, Xinzhi Wu, Qizhi Zhu, y por Erik Trinkaus, famoso paleoantropólogo estadounidense. El estudio fue publicado en el Journal of Archaeological Science.
“Los restos”, dicen los autores, “y especialmente la superficie interna y externa del neurocraneo, presentan una serie de marcadas anormalidades. Estas irregularidades consisten principalmente en una cresta pronunciada y abultamiento de la superficie externa del hueso frontal y del hueso parietal anterior, y una alteración similar de la superficie interna de una sección transversal del hueso parietal”.
El cráneo presenta diversas alteraciones que se vienen devatiendo desde los 60, algunos dicen que es erosión, otros que debido a algún trauma antes de la muerte, o que sea algo patológico. Lo que se ve es que el torus supraorbital o arco superciliar presenta irregularidades.
En el nuevo estudio se han realizado estudios con un tomógrafo computado, y “el análisis de los huesos frontal y parietal revelan una radio opacidad de la mitad anterior del fósil; el área de la lesión traumática es invisible”. Es algo que suele suceder en los estudios de rayos x y tomografías. Pero lo interesante es que sí se puede ver la parte interior del hueso craneal, la que contiene la medula ósea, conocida como diploë.
Allí pudieron notar que había erosión, algo que sólo pudo haber ocurrido luego de su muerte. Los autores entonces concluyen que “Las irregularidades superficiales se deben a alteraciones tafonómicas postmortem del hueso y no a un proceso patológico”.
Referencia
“Neurocranial abnormalities of the Gongwangling Homo erectus from Lantian, China”. Journal of Archaeological Science, Volume 35, Issue 9, september 2008, Pages 2589-2593
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