Ida, el fósil de 47 millones de años que tanto revuelo mediático levantó hace unos meses, promete mucha más polémica. Acaba de salir una reseña en la revista Science, que destroza el libro que dio a conocer al famoso fósil Darwinius masillae.
Según la reseña de Richard F. Kay, especialista en el origen de los primates, el libro The Link. Uncovering Our Earliest Ancestor, escritor por Colin Tudge y Josh Young, está plagado de errores.
Cuatro de los capítulos del libro fueron escritos por Young, un escritor a sueldo, o sea le dicen de qué quieren que escriba, y él lo hace de una forma amena e interesante. Esos capítulos no aportan mucho, ya que cuentan anécdotas de cómo se consiguió el fósil, de una forma un tanto novelada.
Pero los demás capítulos son más científicos, escritos por Tudge que tiene más experiencia en el campo, pero que comete muchos errores paleontológicos, algunos tan absurdos que es casi inconcebible que nadie se haga dado cuenta.
Según Kay, el libro fue apurado, como todo lo referente a Darwinius, para poder hacer un super debut mediático. Estaban buscando sacar ganancias con un fósil que no descubrieron ni desenterraron, sino que lo compraron a un coleccionista a 750 mil dólares. Había que recuperar el dinero, y no les importó llamarlo el eslabón perdido, el ancestro de los hombres, ancestro de los monos, todo erróneo.
Al parecer Tudge consultó fuentes muy malas para armar el trasfondo del fósil Ida, ya que tienen muchos errores cronológicos. La otra posibilidad es que lo haya hecho a propósito para poder legitimar lo que se había dicho sobre este fósil, que si bien es excepcional por su estado de preservación, no es el ancestro ni de monos, ni de hombres, es un lémur ancestro de los lémures.
El trasfondo climático que describe Tudge para la época en que murió Darwinius es erróneo, se equivoca por 20 millones de años. También se equivoca mucho en la ecología y la evolución de la época. Como por ejemplo fechar al primer mono del nuevo mundo con un error de 6 millones de años, y de los antropoides africanos Apidium por 10 millones de años.
Son errores inconcebibles, es obvio que no se consultó a ningún paleontólogo.
También tiene muchos errores en cuanto a dónde ubican al Darwinius. Ya que pretenden que Ida aporte pruebas de que los antropoides (monos grandes, y nosotros) descienden de los adapiformes.
Pero la interpretación del libro es incompatible con los datos reales que se tienen hoy en día de cómo se separaron los antropoides de los lémures. Darwinius está más cerca de los lémures, así que no puede ser parte del linaje evolutivo de los antropoides, por ende de nosotros.
En resumen, es un fósil de primate muy interesante, pero con nosotros, nada que ver. El libro intenta demostrar lo contrario, forzando las evidencias, cometiendo muchos errores que tal vez son a propósito, justamente para poder llamar al Darwinius ancestro del hombre.
Referencia
Much Hype and Many Errors. Science 325(5944):1074-1075 (2009). Richard F Kay
Comentarios
Una pena que David Attenborough participara en eso.
Off-topic: me parece que en este blog hay 2 comentarios de asturianos XD