Los neandertales no desarrollaron sus características típicas como una adaptación al clima del pleistoceno o a las demandas del uso de los dientes como herramientas, dice un grupo de científicos. Y también dicen que los rasgos de los humanos modernos no son tampoco una adaptación para el uso del lenguaje, como decían algunos antropólogos.
La casualidad y no la selección natural explica por qué los humanos modernos y los neandertales son tan diferentes, según un reciente estudio dirigido por Tim Weaver profesor de antropología de
“Nosotros mostramos en nuestro estudio que cambios al azar en los últimos 500 mil años (desde que los neandertales y los humanos modernos quedaron aislados) son la mejor explicación para estas diferencias", dijo Weaver. El estudio fue publicado en el Journal of Human Evolution.
Weaver y sus colegas compararon 2524 cráneos de humanos modernos y 20 de neandertales, luego contrastaron esos resultados con la información genética de una muestra de 1056 humanos modernos.
Y la conclusión a la que llegaron es que los neandertales no desarrollaron sus rostros sobresalidos como una adaptación al frío o al uso de la dentadura como herramienta. Sino que la deriva genética al azar es la razón más palpable para las diferencias craneales entre Homo sapiens y Homo neandertalensis.
Erik Trinkaus había dado una explicación un tanto diferente, que cubrimos en este blog aquí. Que decía que en realidad los rasgos neandertales son la secuencia más lógica, o sea que viendo a los homínidos más antiguos los rasgos neandertales estaban emparentados con sus ancestros, eran la secuencia lógica. Los que eran raros son los nuestros, los de los humanos modernos. Nosotros somos los raros y no los neandertales.
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