El hombre neandertal y el Homo sapiens compartieron, hace 29 mil años, la cuenca del Sella, en Asturias, al norte de España.
Al terminar la campaña de investigación de este año el pasado 10 de septiembre en la caverna canguesa de
Lo hacen tras comprobar que en las excavaciones realizadas en la gruta canguesa ha aparecido “un tipo de herramienta elaborada con técnicas avanzadas por el hombre moderno, en el mismo nivel en el que también se han hallado otras piezas más básicas”, presumiblemente confeccionadas en la misma época pero por el hombre neandertal. De esto concluyen “que ambas especies compartieron el espacio y el tiempo” aunque, aclaró Mario Menéndez, “no quiere decir que convivieran porque eso implicaría mucho más”.
El director de
Lo que se buscaba en esta ocasión eran hallazgos suficientes como para poder establecer una teoría sólida sobre la desaparición del neandertal y la aparición del Homo sapiens, aunque aún existen muchas incógnitas por desvelar que tratarán de aclararse en próximas campañas. Por ejemplo, queda por explicar cómo y por qué el hombre neandertal tuvo presencia en la cuenca del Sella hace 29 mil años pese a que la especie había desaparecido en otras partes de Europa 11 mil años antes, hace 40 mil.
Si bien parece ser que los arqueólogos asturianos no recuerdan lo hallazgos de restos neandertales al sur de la península ibérica que tienen una edad similar (32-28 mil años).
Es precisamente esta presencia tardía en la cuenca del Sella del hombre neandertal la que ha provocado que esta especie coincidiera en el tiempo con el hombre moderno. “La cuenca del Sella fue refugio del último neandertal, el de la cultura musteriense, y allí estuvo en contacto con el hombre moderno”, dijo Mario Menéndez.
Para avalar esta teoría, el equipo de arqueólogos de
Menéndez comentó que se han hallado puntas hechas sobre hojas que indican estrategias de elaboración “más avanzadas” que ellos han relacionado con Homo sapiens, frente a otras más primitivas en las que se utilizan lascas como soporte y que podrían haber sido obra del hombre neandertal.
Este mismo equipo de expertos lleva realizando excavaciones en el yacimiento de Narciandi (Cangas de Onís) desde 1990, aunque en la primera década se concentraron en un lugar algo más bajo, la 'zona A', a unos pocos metros de distancia de donde se estuvo trabajando en los últimos quince días, y que correspondía al Paleolítico Superior (hace 14 mil años).
Los restos descubiertos en este primer punto de investigación avalan otra de las teorías defendidas por este equipo, que concluye que la cuenca del Sella funcionó en
En la última década, sin embargo, el equipo que coordina Mario Menéndez se ha volcado en las excavaciones en la denominada 'zona B', donde se buscan hallazgos capaces de explicar de una forma sólida cómo se sucedió el final del Paleolítico Medio y el comienzo del mundo moderno. “Hasta el momento había teorías sobre este eslabón, aunque ninguna es suficientemente sólida”, reconoció.
Campaña 2007
En esta zona han ido apareciendo en los últimos años restos de la ocupación de un grupo de cazadores del Paleolítico Medio (los últimos neandertales), pero también otros restos de hombres modernos. Sólo en la campaña del año pasado -realizada en el mes de julio de 2007- se inventariaron más de mil restos líticos de los que unos 200 eran herramientas útiles que datan de hace 30 mil años.
Fuente: El Comercio digital
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