Los homínidos que abandonaron África hace 1,8 millones estaban evolutivamente más cerca del Australopitecus en ciertos aspectos, pero en otros más parecidos a otros homínidos más recientes. El estudio está publicado en el último número de la revista Nature.
Al igual que en Atapuerca, la campaña de excavaciones de este verano ha sido exitosa en el yacimiento de Dmanisi, Georgia. Se encontraron restos óseos que pertenecieron a tres homínidos adultos y un adolescente. Los científicos responsables de la excavación han podido reconstruir un poco más el esqueleto del llamado Homo georgicus que vivió en aquella región hace 1,77 millones de años.
Esta especie sería intermedia entre los Homo habilis y los Homo erectus, según los descubridores. Los restos óseos allí descubiertos tienen elementos de las dos especies.
Hay varios rasgos 'modernos' en los huesos descubiertos. Por ejemplo, las proporciones generales de los huesos dentro del esqueleto eran similares a las de homínidos posteriores. Asimismo, la disposición de los huesos inferiores indica que, como nosotros, podían recorrer grandes distancias. Sus extremidades inferiores estaban evolucionando más rápido que sus cerebros y extremidades superiores, y parece ser lo necesario para sacarlos de África y en un largo viaje a otros mundos.
Sin embargo, muchos otros rasgos les acercan al Australopithecus y otros homínidos primitivos. Por ejemplo, según las estimaciones del equipo de investigación de Georgia, su capacidad craneal era muy similar a la del Homo habilis. Los hallazgos han permitido una medición más precisa de la llamada 'cuota de encefalización' que incluiría no sólo la capacidad craneal, sino también la postcraneal. Los resultados son contundentes: los valores calculados para el 'Hombre de Dmanisi' son prácticamente idénticos a los del Australopithecus.
Otro detalle interesante es que este homínido, a diferencia de nosotros, carecía de torsión en el húmero. Lo que razonablemente se puede suponer de esta característica es que podía trepar a los árboles con facilidad; una función que, de nuevo, le aleja de los homínidos más modernos.
La existencia de tantos rasgos arcaicos, especialmente en la parte superior del cuerpo y en el cerebro, indica que los homínidos que salieron de África eran bastante primitivos. Es decir, arrumba la idea de que ese continente fuera la única 'cuna de la humanidad'.
Fuentes: El Mundo, Washington Post, Nature, New York Times
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