Gracias a una muestra de ADN se sabe que los neandertales se paseaban por el sur de Siberia hace 30 mil años.
El famoso genetista Svante Pääbo del Max Planck Institute para Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, ha logrado extractar ADN de uno restos óseos fosilizados que se sospechaba pertenecían al Hombre de Neandertal, pero no se tenía la seguridad. Pero la muestra de ADN es muy parecida a la de los neandertales de Europa del oeste. Esto sugiere que nuestros parientes recorrían largas distancias en sus migraciones, nada menos que esos
Los restos analizados fueron descubiertos en la cueva Okladnikov, en las montañas Altai, y está fechado entre 30 y 38 mil años. Los huesos están tan fragmentados que no se tenía la seguridad de a qué especie pertenecían, sí se sabía que eran de un adolescente.
Pääbo y colegas tomaron 200 miligramos de muestra ósea y luego de disolver los componentes minerales del hueso, el equipo consiguió extractar ADN mitocondrial.
Luego de secuenciar un fragmento corto de este ADN, el equipo lo comparó con otros de neandertales europeos. Y descubrieron que las muestras de ADN de neandertal siberiano coincidían casi a la perfección con los de unos restos neandertales descubiertos en Bélgica.
Según Pääbo “fue toda una sorpresa”, ya que extiende la frontera neandertal
Esto nos demuestra que los neandertales no eran reticentes a realizar largos viajes, como se creía antes. Y también nos indica que eran más adaptables que lo que suele pensar la mayoría de los paleoantropólogos.
Hasta ahora se creía que el Hombre de Neandertal había llegado hasta Uzbekistan, como mucho, con el cráneo de la cueva Teshik-Tash, al sureste del país, como ejemplar más lejano a Europa.
Fuente: New Scientist
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