En 1977 se descubrió un fósil parcial de un cráneo que prometía mucho. Fue catalogado como Stw 53, y encontrado en las famosas cuevas de Sterkfontein, la Cuna de la Humanidad, en Sudáfrica, cerca de Johanesburgo.
Durante muchos años se lo había adosado al Homo habilis, pero recientemente se lo ha recuperado, restaurado y se hizo una nueva reconstrucción del fósil. El encargado de hacerlo fue el paleoantropólogo Darren Curnoe, y ahora concluyen que se trata de una especie diferente, una que han apodado Homo gautengensis.
Los resultados fueron publicados en publicados en el HOMO - Journal of Comparative Human Biology. Curnoe, quien trabajó con Phillip Tobias en el fósil, rescató al Stw 53 de los anaqueles, junto con otros cráneos parciales más fragmentarios, algunas mandíbulas, dientes y otros huesos también descubiertos en las cuevas de Sterkfontein.
Previamente se había catalogado a todos esos fósiles como miembros de nuestro género Homo, pero sin clasificarlos en ninguna especie. Pero luego de años de comparaciones con otros fósiles, Curnoe está seguro de que tanto el fósil tipo Stw 53, como los restantes, pertenecen a una especie propia que habría aparecido en el registro fósil antes que el Homo habilis, la que se creía era la primera especie humana.
Homo gautengensis caminaba erecto en el sur de África al menos desde hace dos millones de años hasta hace unos 800 mil años. Se cree que el espécimen tipo medía un metro de altura y pesaba unos 50 kilos.
Sus molares eran relativamente grandes, lo que sugiere una dieta vegetariana que requería mucha masticación. Algo que caracterizó a los Australopitecos, fósiles descubiertos en las mismas cuevas.
Se descubrieron herramientas líticas también asociadas, “bastante primitivas, pero estas y su uso del fuego demuestra que estaba usando tecnología para obtener y tal vez preparar su comida”, dice Curnoe.
Igualmente, a pesar de ser anterior al H. habilis, Curnoe no cree que el H. gautengensis sea ancestro de nuestra especie, Homo sapiens. Igualmente Curnoe cree que el H. gautengensis estaba más adaptado a una vida omnívora, y que vivía en el suelo, ya había abandonado la vida semi arbórea que caracterizaba a algunos de los Australopitecos.
No he podido leer el paper todavía, por lo que no pude interiorisarme en qué se basa Curnoe para separarlo del Homo habilis. Si alguno consigue el paper, les agradecería lo compartieran conmigo, para poder completar este informe.
Fuente: UNSW
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Imagino que el peso sería en libras en el original.