El hobbit de Flores, el Homo floresiensis, es uno de los homínidos más famosos de la historia, y se ha escrito tanto sobre un único ejemplar, el LB1, que se podría decir que es uno de los más tratados. La última edición de Nature trae varios artículos sobre él.
Este pequeño homínido que vivió hasta hace unos 14 mil años en la isla de Flores, en Indonesia medía apenas un metro de altura. El individuo LB1 es el más completo, casi todos sus huesos se han preservado en un estado subfósil.
En uno de los artículos de la última edición de Nature se analiza la forma de sus pies. Se han descubierto ambos pies, el izquierdo relativamente completo, y el derecho sólo en partes.
Al parecer los pies del Hobbit de Flores eran excepcionalmente largos en relación con el femur y la tibia, o sea con sus piernas. Resulta gracioso, ya que los Hobbit de Tolkien también tenían pies largos para su tamaño corporal.
Esta proporción nunca fue vista en un homínido, según dicen los autores W. L. Jungers y colegas. Sólo se ve en simios africanos actuales. Si bien tienen la mayoría de las características del pie humano actual, las proporciones son más primitivas y simiescas. Algo que sólo se ve en homínidos fuera de nuestro género Homo.
Esto hace concluir a los autores que los ancestros de los floresiensis podrían no haber sido los Homo erectus, como creen sus descubridores, sino algún primate más primitivo, como los australopitecos o tal vez el Homo habilis. Ya antes también se había dicho que podrían ser descendientes directos de algún australopitecus. (ver cuadro del final)
En otro artículo Eleanor Weston y Adrian Lister muestran que el cerebro de los hipopótamos enanos de Madagascar, también extintos, eran desproporcionadamente más pequeños que el de sus parientes del continente. Algo que ocurre también con el Homo floresiensis, que tiene un cerebro diminuto, al grado de que muchos científicos han querido ver una patología que ya se ha descartado.
Con esto se quebraría la regla de que la reducción en el tamaño corporal de los mamíferos es acompañada sólo con una reducción moderada en el tamaño del cerebro.
Más detalles de la mano del Paleofreak.
Referencias
W. L. Jungers et al. 2009. The foot of Homo floresiensis. doi:10.1038/nature07989.
Eleanor M. Weston & Adrian M. Lister. 2009. Insular dwarfism in hippos and a model for brain size reduction in Homo floresiensis. doi :10.1038/nature07922.
Comentarios
Por cierto, en la imagen del final no se colocan a los australopitecinos robustos dentro del género Paranthropus, ya no es válido este género?
Sería fuera de lugar intentar aclararlo aquí.Pero tiene ´más de deformación que de información científica.Lo científico puede ser aveces oscuro y difícil de entender.Pero lo deformado,como ese croquis,es de mala leche.
Mis saludos cordiales