Los Homo sapiens se comieron a los neandertales. No, no se asusten. Es sólo un titular sensacionalista que está dando la vuelta por los periódicos mundiales. The Guardian titula su nota: “How Neanderthals met a grisly fate: devoured by humans”, que vendría a ser “Cómo los neandertales conocieron su horrible destino: devorados por humanos”.
El primer error en el título es asumir que los únicos humanos somos nosotros los sapiens, los neandertales también lo eran, así como todos los integrantes del género Homo. Pero, ¿qué hay de cierto en ese titular y semejante nota que sólo se ocupa de la comilona sapiens?
Es simpático sin duda, leer al periodista diciendo que uno de los misterios de la ciencia se han resuelto, la desaparición de los neandertales: “los humanos modernos se los comieron”.
El asunto es que el periódico, junto con otros tantos, tomaron el ángulo más sensacionalista posible del artículo científico, que trata sobre otros temas muy interesantes para la paleoantropología.
Se trata del descubrimiento de una mandíbula en Les Rois, Francia. El hueso está asociado a herramientas líticas Auriñacienses, o sea que sería uno de los pocos yacimientos que tienen huesos asociados al estadio inicial del Auriñaciense, una tecnología generalmente vinculada con los primeros Homo sapiens europeos. Pero la sorpresa, es que la mandíbula parece ser neandertal.
El hueso presenta características neandertales, no presentes en los sapiens del Paleolítico Superior. De confirmarse podría implicar una revisión total de las asociaciones de culturas líticas a una u otra especie. Es que la mayoría de los yacimientos de tecnologías avanzadas del Paleolítico Superior que se han asociado a Homo sapiens, no fueron asociados porque hubiese huesos de esta especie, sino simplemente porque eran avanzados, y no se creía que los neandertales eran capaces de confeccionar semejantes herramientas líticas.
O sea, la noticia es que estos podrían ser los restos óseos más antiguos asociados a herramientas líticas del estilo auriñaciense. Y al parecer son neandertales.
El artículo fue publicado en Journal of Anthropological Sciences por Fernando Ramirez Rozzi y colegas.
Los autores han estudiado una mandíbula, atribuida a un niño, datada en 28-30 mil años, que tiene evidencias de corte y presenta características neandertales. Otra mandíbula se ha encontrado en el yacimiento que ha sido atribuida a un humano moderno. La única tradición cultural descubierta en el sitio es auriñaciense.
Los autores explican en el artículo que tres posibles explicaciones podrían explicar semejante evidencia tan inesperada:
La primera es que el auriñaciense era exclusivo de los humanos modernos y que la mandíbula de niño neandertal representa evidencias de canibalismo ya sea por hambre o ritual simbólico. O sea que los sapiens se comían a los neandertales.
La segunda posible explicación es que la tecnología aurinaciense fue producida por grupos humanos que tenían ambas características, tanto de humanos modernos como de neandertales. O sea híbridos, como los que se cree que podrían haber sido los de Lagar Velho, Cioclovina, Mladeč, Pestera Muierii u Oase. Según los autores del estudio, esto podría evidenciar un contacto biológico entre los dos grupos humanos.
La tercera explicación es que los restos humanos de Les Rois representan una población de humanos modernos que conservó características primitivas, lo que podría sugerir una variación muy grande entre los Homo sapiens del paleolítico superior.
En The Guardian se citan las opiniones de Francesco d'Errico y Chris Stringer, dos paleoantropólogos famosos. El primero dice que “Un grupo de marcas no se convierte en un caso completo de canibalismo. También es posible que la mandíbula haya sido encontrada por sapiens y hayan usado sus dientes para hacer un collar”.
Stringer dijo: “Esta es una investigación muy importante. Necesitamos más evidencia, pero esto podría indicar que los humanos modernos y los neandertales estaban viviendo en la misma zona de Europa en el mismo tiempo, que estaban interactuando, y que algunas de estas interacciones podrían haber sido hostiles. Esto no prueba que erradicamos sistemáticamente a los neandertales o que regularmente comíamos su carne. Pero si agrega a la evidencia de que la competición puede haber contribuido a la extinción de los neandertales”.
Más info en inglés en el blog del paleoantropólogo John Hawks.
Referencias
Ramirez Rozzi FV, d'Errico F, Vanhaeren M, Grootes PM, Kerautret B, Dujardin V. 2009. Cutmarked human remains bearing Neandertal features and modern human remains associated with the Aurignacian at Les Rois. J Anthropol Sci 87:153-185.
Comentarios
Claro que en el caso de la mandíbula tampoco se exactamente si esto es aplicable, me da que no... pero me parecía un apunte interesante al siempre complicado caso de la transición paleolítico medio-superior con la ecuación añadida del problema neandertal :p.
Y no digo nada más.
El daño que hacen los periodistas.
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